jueves, 24 de abril de 2014

Todo o nada





Llevaba mucho tiempo sin escribir, y eso también se debe a que llevaba mucho tiempo sin tener un rato para pararme a "pseudofilosofar".

Hoy me he acordado de una cosa que escribí en algún sitio hace tiempo y que no he conseguido encontrar.  Ese texto meditaba sobre el conocimiento, sobre esas personas que creen que lo saben todo y sobre aquellas que creen que no saben nada.

Si a ti te dijeran: Tienes dos opciones, o saberlo todo, o no saber nada. Escoge. ¿Qué dirías?.
En mi caso no me lo pensaría ni un segundo. Saberlo todo debe de ser como lo que sientes cuando alguien te destripa el final de una película, una serie o un libro. No saber nada, sin embargo, debe ser emocionante, todo es nuevo para ti, cada cosa que te enseñan es más alucinante que la anterior, saborear tu plato favorito por primera vez, ver un paisaje que nunca habías visto, tu primer beso de nuevo, tu película favorita... en fin, un mundo entero se abre de golpe.

Saberlo todo le quita emoción a la vida y no saber nada se la da. Imagino que por eso se dice que la ignorancia da la felicidad.

Alguien que lo sepa todo sólo puede sentarse y esperar a que llegue su muerte.





1 comentario:

  1. No me acuerdo quién dijo algo así como "Debe ser horrible ser Dios, y no tener misterios que resolver ni nada que descubrir."

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